¿Cómo lidiar con la autocrítica?
- menteconscientepr
- hace 6 días
- 3 Min. de lectura

En una sociedad tan competitiva en la que el éxito es la vara que se utiliza para
medir la felicidad de una persona, la autocrítica se convierte en la gasolina que nos
impulsa en el día a día. Pero ¿por qué recurrimos a esto? Nuestro diálogo interno, sin
duda, posee varias funciones. Vemos en la autocrítica una forma de prestar atención a
nuestros errores para no volver a cometerlos. Utilizamos este mecanismo como
un camino hacia la perfección, sin embargo, esta vía lejos de beneficiarnos, podría
terminar saboteando nuestros esfuerzos.
Hagamos el siguiente ejercicio. Si pudieras imaginar tu crítico interior, ¿qué
aspecto tendría? ¿suele ser muy duro contigo? ¿por qué cosas te critica o te juzga? Es
importante que sepas que continuamente estamos en contacto con la autocrítica y
que su fuente principal de alimentación es la culpa y la vergüenza. No obstante, estamos
tan acostumbrados al sabotaje interno que la gran mayoría del tiempo pasa
desapercibido. Tristemente, en muchos casos este inútil patrón de pensamiento lo
hemos adoptado durante la infancia, a través de los mensajes que recibíamos de
nuestros padres y hasta de nuestros amigos. Por lo tanto, conocer la raíz y cómo nos
relacionamos con nosotros mismos es el primer paso para construir diálogos internos
más constructivos y poner fin a nuestra pugna interna.
Ahora, imagina por un momento que estás a punto de entrar a un campo de
batalla, ¿quién te gustaría fuera tu compañero de combate? ¿alguien dispuesto a
criticarte y fustigarte cuando afrontes dificultades? La respuesta parece bastante
obvia. Kristin Neff, principal investigadora de la autocompasión, establece que a través
de la bondad hacia nosotros mismos calmamos nuestra tormenta interior. Neff define la
bondad hacia uno mismo como dejar de juzgarse y emitir comentarios internos
denigrantes. Hacernos buenos amigos de nosotros mismos significa no ser ni demasiado
críticos, ni demasiado pasivos. Un buen amigo siempre buscará lo mejor para nosotros, será comprensivo, nos animará y apoyará cuando necesitemos enfrentarnos a
alguna situación.
Cómo reacciona nuestro cerebro a la autocrítica
Las investigaciones recientes en neurociencia establecen que existen al menos tres
áreas cerebrales que trabajan conjuntamente para controlar y mantener nuestras
emociones.
¿Cómo funcionan?
El sistema de amenaza y autoprotección involucra emociones como la ira, el miedo
y la ansiedad. Su respuesta automática es pelear, huir o paralizarse. Por ejemplo, ser
severamente autocríticos activa este sistema (“lucha o huye”), lo que eleva los niveles
de cortisol en la sangre, hormona asociada con el estrés.
El sistema de recompensa y logro está vinculado al placer, y anima a la búsqueda
de los recursos que vamos a necesitar para sobrevivir y prosperar. Nos sentimos
motivados y recompensados por el consumo, el estatus, el logro o el reconocimiento. Lo
curioso es que se ha descubierto que las personas autocríticas a menudo se mueven al
sistema de recompensa y logro como una forma de evitar el fracaso y el rechazo.
El sistema de afiliación y seguridad se asocia con la satisfacción, amabilidad,
compasión y sensación de alivio a través de la conexión con los demás. Este sistema
es de vital importancia, pues cuando se activa libera oxitocina y endorfinas, dos
hormonas que aumentan la sensación de seguridad y bienestar. Lo interesante es que
se ha encontrado que en las personas altamente autocríticas este sistema está casi
inactivo.
Paul Gilbert, desarrollador de un modelo psicoterapéutico enfocado en la
compasión, explica que estos sistemas de regulación emocional influyen sobre cómo
percibimos el mundo, y hemos visto el papel que juega la autocrítica en cada uno de
estos.
Evidentemente, conocer la función de nuestra voz crítica interior en nuestra vida
resulta vital, particularmente ante el vínculo que guarda con el bienestar físico y mental.
Así pues, comencemos con bajar el volumen a nuestro tirano interior, y generemos una
relación de amabilidad con nosotros mismos. Cometer errores es parte de nuestra
naturaleza humana, pero maltratarnos cuando sentimos que hemos fallado no es la
opción. En cambio, la bondad hacia nosotros mismos nos ayudará a construir un puente
entre el crecimiento y el equilibrio emocional.
Por Myriam I. Pérez-Ruiz
Psicóloga & MSC Trained Teacher
Este artículo fue publicado originalmente en la revista Es Mental.
Comentarios